
Irónico y delirante cortometraje de animación con plastilina, sobre dos turistas (muy) americanos que llegan por confusión a un caserón (muy) gallego. Un guión agudo y divertido, algunos puntazos un poco desagradables y unos efectos magníficos.
Porque no por ser cortos son menos importantes. Porque son la base de tantos cinéfilos y cineastas. Y porque cada año se hacen miles y miles de ellos, y merecen ser vistos y escuchados.
No hay comentarios:
Publicar un comentario